Bolivia, Evo y la situaciòn del golpe a dos meses 🔺
Preocupa sobremanera como se ha ido
legalizando el golpe de estado en Bolivia. Por la fuerza se impuso el discurso
de la usurpación.
Han puesto a todos los movimientos
a hablar de elecciones bajo la agenda golpista. Este es un método muy usado, y
con éxito de la derecha en África: dan un golpe de estado, prometen prontas
elecciones para que los organismos internacionales que queden tranquilos, y
para que los movimientos internos tengan entretenimiento no violento. Mientras
se posicionan en las instituciones de poder, electorales, justicia, y en
especial económicas, lo cual les garantiza “ganar” las elecciones o en peor de
los casos, para ellos, quedarse con el poder real.
Las omisiones cometidas por el
liderazgo del MAS, debido a la coacción violenta y sanguinaria del fascismo,
han sido usadas por el fascismo para posicionarse en la derecha internacional.
Es alarmante ver que en la ONU se
sienta un embajador del golpismo y que los países del GLima y la Unión Europea,
asi lo aceptan, al igual que gobiernos de África y Asia, que debido a que no
tienen información fideligna, optan por meterse y aceptan sin más al gobierno de
facto.
Por otra parte, al aceptar los
movimientos populares, empenzando por el MAS, la elecciones, y mantener una
coexistencia con los golpistas en la Asamblea Nacional, la imagen que trasmiten
es la de que aceptan la situación.
Las banderas que han debido usarse
de: Evo es presidente legitimo y reelecto el 20 de octubre;no a la dictadura;
fuera los golpistas, apenas suenan.
El golpismo ha impuesto
mediaticamente la renuncia de Evo. Por otro lado, demuestra que controla
violencia de estado; la voz movimientos populares ha sido reducida a denunciar
la violación de los derechos humanos de una manera que hace ver que “los
violadores son el gobierno actual”, y hasta hay momentos de descuidos que
llaman presidenta y ministros a los golpistas, lo cual es indicativo que la
narrativa de los golpista se está imponiendo. La gran cortina es el tema
electoral, camisa de fuerza que le han puesto a todos, incluso al alto
liderazgo del MAS, a hablar solo de elecciones.
Los
movimientos populares y de izquierda de Bolivia debe relanzar banderas
políticas.
La derecha está trabajando para
bajar el volumen a la protesta anti neoliberal en Nuestra América con métodos
violentos y con el desgaste. Lo está haciendo en Ecuador, Chile, Bolivia...
Esperemos que el Encuentro
Internacional en Caracas del 22 al 24 de enero, este tema sea analizado. Pero
sobre todo, que en Bolivia, en el MAS de Evo, se prendan las alarmas.