martes, 22 de agosto de 2023

 




Ecuador, entre la incertidumbre y la esperanza

La sociedad ecuatoriana, tal como ocurre en el resto del mundo, muestra su hartazgo de la clase política y de regímenes tradicionales de representación




El éxito de Noboa fue la sorpresa de la noche. Ni las encuestas ni el radar electoral le habían puesto mayor atención y no le daban opciones de seguir en la carrera después del domingo. Su participación en el debate presidencial del pasado fin de semana, días después del asesinato a tiros del candidato Fernando Villavicencio, pudo catapultar su candidatura al recibir el aplauso de algunos analistas. Su tono sereno y sin enfrentamientos con el resto de candidatos fue la carta de presentación para muchos electores de este joven, de 35 años, al que apenas habían escuchado. El empresario, de 35 años, es hijo del multimillonario Álvaro Noboa, que intentó llegar a la presidencia hasta en cinco ocasiones sin éxito. Daniel intentará ahora lo que a su padre se le atravesó.

Enfrente tendrá al correísmo, obligado en las próximas semanas a ampliar su nicho de votantes y doblegar las resistencias que aún genera la figura de Correa en gran parte de la población si quiere tener opciones. Como en un capítulo que se repite una y otra vez en la historia electoral de Ecuador, las urnas volverán a medir la fuerza de los movimientos que han marcado las dos últimas décadas en el país: el correísmo y el anticorreísmo.

La campaña recién concluida, que podía funcionar como un termómetro para medir la temperatura de ambas fuerzas, saltó por los aires el 9 de agosto, cuando el candidato Fernando Villavicencio fue tiroteado a la salida de un mitin en Quito, la capital. La violencia desbocada que sufre Ecuador desde hace tres años heló ese día a todo un país que descubrió horrorizado que ya nadie está a salvo, ni siquiera un candidato a la presidencia rodeado de seguridad.

“Yo voto por Correa”

En las papeletas que llenaron las urnas había un presente ausente y un ausente muy presente. El rostro y el nombre de Villavicencio estaba en la tarjeta de votación. La cercanía de la jornada electoral no permitió la reimpresión de las papeletas. El nombre que no aparecía por ningún lado, sin embargo, era uno de los que más se repetía estos días. “Yo voto por Correa”, dicen algunos, como si los años no hubieran pasado. Votar por Correa es hacerlo por Luisa González, una desconocida para muchos hasta hace unos meses, pero que tuvo suficiente con el aval del expresidente asilado en Bélgica. La candidata que podría convertirse en la primera presidenta del país ha reconocido que él, que en caso de regresar sería detenido y encarcelado, será su principal asesor “virtual” si gana.

Christian Zurita, el sustituto de Villavicencio, y Jan Topic, el llamado bukele ecuatoriano, se quedaron en tercera y cuarta posición, casi 10 puntos por debajo de Noboa. Tampoco tuvo opciones Otto Sonnenholzner, exvicepresidente de Lenín Moreno, uno de los supuestos favoritos y que con apenas el 10% de las actas escrutadas reconoció su derrota ante sus seguidores. Topic y Zurita hicieron lo mismo poco después. Cualquiera de ellos aparecía en las encuestas con más opciones que el empresario, que en sus primeras declaraciones descartó su intención de armar una coalición anticorreísta: “No estoy a favor de la trinca sino de un nuevo proyecto”.

Topic se había convertido en protagonista de la campaña con su discurso de mano dura frente a la inseguridad al estilo del presidente salvadoreño, pero se quedó con el 14% de los votos. La misma noche electoral anunció su apoyo a Noboa.


martes, 16 de junio de 2020

Teletrabajo. Nada nuevo bajo el sol

Teletrabajo. Nada nuevo bajo el sol


                       Ultimamente mucho se está hablando en estos días sobre el futuro de nuestro país y del mundo luego de la pandemia que nos azota. No pretendemos hacer predicciones, sino un aporte a un debate recién iniciado sobre algunas prácticas sociales que, en múltiples aspectos de la vida, parecen haber cambiado sin retorno posible.
          Debemos advertir a los lectores que no escapa a nuestra intención plantear algunos interrogantes sobre ciertos aspectos oscuros o no evidentes de un fenómeno que según muchos y también a nuestro entender llegó para quedarse. Obviamente nos referimos al teletrabajo.
          Ya hace muchos años que se ha instalado la temática de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TICs), no puede negarse que la implementaciónde plataformas digitales como la de Gestión Documental Electrónica (GDE) en la Administración Pública y otras similares en ámbitos privados, además del desarrollo de programas y herramientas que en los últimos tiempos masificaron las reuniones virtuales de múltiples participantes, han provocado un cambio cualitativo en el uso de las TICs.
          En este escenario, el trabajo a distancia es visto como una forma eficaz de hacer frente al aislamiento social que estamos viviendo. Y en efecto lo es. En el sector público, al cual pertenecemos, muchos trabajadores continuamos desarrollando nuestras tareas habituales desde nuestros hogares a través de Internet. Desde luego que la gran heterogeneidad del Estado hace que no todos los organismos puedan funcionar normalmente y por supuesto,  no todas las tareas pueden hacerse a distancia. Pero a pesar de esto, la utilidad de las nuevas herramientas es innegable.
          Es por esto que muchos pueden preguntarse sinceramente, ¿por qué no continuar con esta modalidad cuando pase la pandemia? Después de todo, como vimos previamente, con las nuevas tecnologías no siempre es necesaria la presencia física en el lugar de trabajo. Además, los trabajadores pueden realizar su trabajo desde la comodidad de su casa, ahorrando tiempo y dinero para movilizarse, descongestionando el transporte público y ayudando al medio ambiente. Parece ideal ¿o no?
    Pero antes de adentrarnos a analizar en detalle el teletrabajo, queremos hacer un poco de historia. Quizá llevar trabajo a casa para realizarlo a distancia como nueva modalidad laboral, no sea tan nuevo como parece.

En efecto, hay un interesante antecedente histórico del trabajo a distancia, que data de la Inglaterra pre industrial. Entonces se lo llamó “industria a domicilio” y consistía básicamente en la elaboración artesanal de prendas de vestir. La forma en la que se presentaba era relativamente similar a la actual. Trabajar desde la comodidad del hogar, y permitir a los campesinos obtener un ingreso extra. Pero ¿cuál era el verdadero objetivo del mismo?
          En esa época en Inglaterra, y también en Francia y Holanda estaban creciendo e iba tomando fuerza una burguesía urbana que sentaría las bases del capitalismo. En estas urbes (o burgos) la producción manufacturera estaba regulada y controlada por diversos gremios de artesanos. Estos determinaban las condiciones de producción, como limitar la jornada laboral, además de controlar la cantidad y calidad de las mercancías y esto obviamente influía en el precio final de las mismas.
Es justamente para evadir estos controles que algunos mercaderes implementaron la industria a domicilio y llevaron la producción de la ciudad al campo. Con este cambio fueron ellos quienes pasaron a tener el control de todos los aspectos de la producción.
          En todos los casos, aquellos que realizaban esas tareas no lo hacían por considerarlo una nueva forma artesanal de trabajo del que se hubieran apropiado culturalmente. Por el contrario. “Los campesinos que recurrían a este ingreso extra lo hacían generalmente porque su actividad rural no les permitía la supervivencia de su familia. Los impuestos que debía pagar al señor local, al rey y a la iglesia, lo dejaban en una situación de miseria. Por lo tanto, la industria a domicilio les permitía completar sus necesidades de subsistencia”.(1)
          Esta vez, como otra tantas en la historia, no era la ambición lo que los llevaba a trabajar más, sino la necesidad de sobrevivir en condiciones materiales que cada vez menos se encontraban bajo su control.
                      Basta con considerar que la duración de la jornada laboral no se encontraba limitada, tampoco el tiempo de trabajo determinaba el pago, ya que se pagaba por la cantidad de prendas producidas (o salario a destajo). De más está decir que esta cantidad a producir la establecía el mercader, y que como en muchas ocasiones esta cuota era imposible de cumplir, obligaba a trabajar a todo el grupo familiar, incluyendo a los niños.
          En síntesis, lo que logró la industria a domicilio fue más ganancia para los dueños de los medios de producción, más explotación para los trabajadores, y más poder para la nueva burguesía en formación en detrimento de las incipientes organizaciones gremiales.
           Esta modalidad y las relaciones sociales que la posibilitaron llegaría a su fin con la masificación de la máquina de vapor que daría inicio, a mediados del siglo XVIII, a la Primera Revolución Industrial. Entre sus consecuencias, además de los cambios introducidos en la forma de producción, se generaría una masiva migración de estas masas campesinas pauperizadas a los grandes centros urbanos en busca de su subsistencia. Esto generaría relaciones completamente desconocidas hasta entonces entre los propietarios y los trabajadores, pero también entre los trabajadores entre sí y con los objetos producidos.
          En este punto conviene recordar que estos cambios no se inscribieron en una sociedad expectante, homogénea y pasiva. Por el contrario, los cambios tecnológicos suelen levantar reacciones en las sociedades en que se introducen. La tecnología no es neutral y el uso que de ella se realice afecta intereses preexistentes cristalizados en relaciones sociales que dan forma a las sociedades en forma dinámica.
          La radicalidad de los cambios introducidos por esta Primera Revolución Industrial no fue la excepción y produjo reacciones diversas en diferentes grupos sociales.
          En general fue percibida como algo sumamente positivo, y de hecho, hay sobrados argumentos para hacer esta afirmación. Multiplicó enormemente el desarrollo de las fuerzas productivas y convirtió a Gran Bretaña en la indiscutida potencia dominante. En efecto, la gran cantidad de mercaderías producidas, hacía necesario conseguir nuevos mercados que compraran este excedente, con el consiguiente flujo continuo de dinero desde las colonias hacia la metrópoli, como también garantizarse un suministro constante de materias primas. Pero no vamos a extendernos en esto porque no es el objeto de este trabajo y resulta ampliamente conocido.
     Sin perjuicio de lo acotado de nuestra referencia histórica, queremos remarcar sin embargo que no todas las reacciones sociales fueron positivas ante esta nueva tecnología y su aplicación en la producción. En especial queremos hacer una mención del movimiento llamado Ludismo. En esencia fue un movimiento que se opuso radicalmente a la maquinización de la producción.                                Tomó su nombre como homenaje a un dudoso personaje histórico llamado  Ned Ludd. Sus sostenedores realizaron, entre los años 1811 a 1816, protestas violentas y diversas acciones de sabotaje en varias ciudades de Inglaterra destruyendo maquinaria industrial, a las que consideraban una amenaza por su capacidad para eliminar puestos de trabajo.
          Lo que queremos destacar de este ejemplo no es el movimiento en sí, ya que fue sumamente minoritario y finalmente disuelto sin haber logrado sus objetivos. Pero lo que sí es importante es la lección histórica que nos dejó su derrota, y es que todo intento de oponerse a los cambios tecnológicos está irremediablemente condenado al fracaso.
          Esto nos trae nuevamente al presente y al tema de nuestro interés “el teletrabajo”.
                   Ya hemos reseñado escuetamente los supuestos beneficios del mismo. Sobre estos y otros aspectos nos gustaría reflexionar a continuación. No vamos a abordar las consecuencias psicológicas y conductuales que genera el teletrabajo, no por creerlas menos importantes, sino porque no es nuestra especialidad profesional. Existe mucha y variada información en la web y los expertos en dichas áreas comparten usualmente valiosos artículos sobre el tema. 
          Queremos en esta ocasión hacer hincapié en algunas cuestiones del teletrabajo que podemos considerar disruptivos del marco en que habitualmente nos reconocemos como trabajadores.
                             En primer lugar, uno de los cambios más tempranamente advertidos es la modificación de la duración de la jornada laboral. El trabajador está disponible todo el tiempo, o como se dice ahora, hiperconectado.  Las demandas de su empleador no se circunscriben con límites claros al tiempo en que el trabajador se encuentra produciendo, y el límite entre la vida laboral y personal se desdibuja.Es necesario recordar que la limitación de la jornada laboral es un logro por el que el movimiento obrero ha pagado un costo muy alto luego de años de lucha, y sobre todo, con la sangre de compañeros que dieron su vida para conquistar la jornada de ocho horas y el descanso dominical. No hay que tomar a la ligera algo tan importante como esto.
          La dimensión colectiva a que hace referencia en el párrafo anterior nos alerta sobre otro aspecto disruptivo: el teletrabajo facilita el individualismo en detrimento de los aspectos colectivos del quehacer de los trabajadores. Se trata recordando al sociólogo francés Robert Castel, de una “individualidad negativa”. Esta definición la utiliza para oponerse al discurso tradicional de la derecha en el cual pretende mostrarse como los defensores del individuo en contra de las políticas masificadoras de la izquierda o del populismo. Según el autor, el individualismo que defiende el neo liberalismo, no se basa en la exaltación de las virtudes personales y de la libertad, sino en la destrucción de redes sociales. Es este individualismo y sus aspectos negativos lo que Castel rechaza. A esto opone lo que denomina “individualidad positiva” la cual refiere a que como seres sociales que somos solo podemos desarrollarnos plenamente como individuos a través de nuestra pertenencia a colectivos.
          Las condiciones materiales del teletrabajo tal como lo conocemos hoy, representan una amenaza potencial a la autopercepción de cada trabajador como integrante de un colectivo mayor en el cual se construye la conciencia colectiva y se constituyen las organizaciones de los trabajadores. Se trata de aquel espacio en que los trabajadores luchan por derechos que exceden el plano individual de su situación particular (aunque la engloba) para alcanzar un estatus genérico, que garantiza sus condiciones laborales en tanto integrante de la clase obrera estableciendo límites mínimos e irrenunciables de protección.
          No es intención de este trabajo plantear una oposición sin más a la implementación del teletrabajo, correríamos quizás un destino de derrota como luddistas tecnológicos. Sin embargo nuestra propuesta rechaza desde el inicio una adopción acrítica de esta modalidad laboral.
Por eso, y para contextualizar temporalmente el tema del teletrabajo, el problema que percibimos no se plantea claramente en el presente de aislamiento obligatorio, sino a futuro. En el presente, el teletrabajo es una herramienta muy valiosa que permite que en medio de una pandemia sin precedentes, muchos trabajadores ya sean en los ámbitos públicos o privados puedan seguir desarrollando sus actividades con relativa normalidad.
          Pero entendemos necesario advertir la amenaza potencial que esta modalidad laboral puede implicar en términos de flexibilización laboral, encubierta por el halo del avance tecnológico, estrategia de simulación no ajena al neo liberalismo.
En este sentido, nuestra reflexión crítica puede guiarnos en la elaboración de respuestas a los desafíos descriptos.
¿Qué hacer entonces ante el teletrabajo?
Creemos que un buen comienzo es aprender de las lecciones de la historia.
·         La realización de trabajo a domicilio, o a distancia, no es una modalidad tan nueva como parece. Más allá de las grandes diferencias entre épocas y de las relaciones sociales involucradas, el caso analizado en la Europa pre-revolución industrial nos muestra que, su resultado fue mayor explotación para los trabajadores, precisamente por las condiciones que le fueron impuestas para desarrollarlo.
·         También podemos rescatar de la fracasada experiencia Luddista que es inútil y retrógrado oponerse a los cambios tecnológicos por sí mismos. Es fundamental comprender que ellos son un medio útil para lograr determinados fines, pero nunca un fin en sí mismo, y que no es la tecnología sino las condiciones de su empleo las que generan las relaciones sociales de trabajo.
·         En relación con ello, la historicidad como característica de la cultura nos permite entender que lo que es útil para un contexto determinado, puede resultar inconveniente o perjudicial en otro momento dependiendo de las posiciones de poder de los actores sociales y las relaciones que ellos tejen.
·         Va a ser “militado” abiertamente por ciertos grupos económicos y fuerzas políticas afines a estos, como una nueva forma eficiente, confortable, y ecológica de trabajar. Y cualquier objeción al mismo va a ser criticado por sus medios de comunicación, como una resistencia retrógrada de parte de sindicalistas o políticos de nuestro espacio que no aceptan el progreso tecnológico.
Ahora entonces, podemos esbozar algunas reflexiones finales prospectivas.
          Las nuevas condiciones de labor que puede implicar la generalización del teletrabajo nos llevan a enfatizar los aspectos colectivos del trabajo y a insistir en la necesidad de una reflexión crítica sobre las relaciones sociales que le dan marco.
Por esto, entendemos que hay que debatir ampliamente entre todos los actores sociales involucrados, las repercusiones que pueden tener en el conjunto de la sociedad los cambios tecnológicos que están ocurriendo en este plano.
Somos realistas y sabemos que este no es un debate puramente teórico e intelectual, sino que hay grandes intereses económicos en juego. En ese marco se torna indispensable considerar el rol primordial de las organizaciones representativas de los trabajadores y sus instituciones. Es decir, el movimiento obrero organizado.
                    Consideramos que es nuestra obligación tomar la iniciativa y ser protagonistas planteando activa y abiertamente el debate que tarde o temprano llegará. Es importante contrapesar el poder de los grandes grupos económicos que hace tiempo buscan implementar una reforma laboral en contra de los intereses de los trabajadores, y hay que ser conscientes que estos cambios imprevistos pueden ser plenamente funcionales a sus intereses.
                          Para eso es indispensable la búsqueda de un equilibrio del poder entre Estado, capital y trabajo. Un Estado fuerte, independiente y dinámico es fundamental para mediar en la siempre e inevitable contraposición de intereses entre el capital y el trabajo. El capital intentará maximizar sus ganancias, en tanto las organizaciones colectivas de los trabajadores pondrán freno a su avance mediante el establecimiento y defensa de los derechos laborales.
          Por eso, un poderoso movimiento obrero organizado y un Estado protagonista, unidos por un proyecto en común constituyen la mejor garantía para el equilibrio de intereses y la búsqueda del bien común.

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lunes, 15 de junio de 2020

¿Consejo Económico y Social?


                                    ¿Consejo Económico y Social?

             Coincido en que debe en la Argentina cualquier movimiento político conducirlo el peronismo como aglutinante principal.  Claro que hoy no se pueda confiar en las herramientas:  1) partidos políticos, 2) algunas estructuras gremiales como la CGT y otras. 3) algunas otras centrales de empresarios y aburguesadas entidades sociales, que están lamentablemente muy lejos de reflejar y organizar al pueblo con energía, honestidad y transparencia. El fenómeno de la penetración, control, debilitamiento y hasta financiación externa de las estructuras históricas enumeradas existe al menos desde hace 40 años -que ya denunciaba Juan Perón-.  Asi no se resolverá la crisis politica.       
          
                  Asi y todo este no es un fenómeno exclusivamente argentino, la decadencia de los partidos y algunas organizaciones de sindicatos, cámaras y asociaciones, se sufren en el mundo desde la Segunda Guerra Mundial en varios casos. A lo largo de la historia argentina 🇦🇷 el Movimiento Nacional, casi siempre intentó aportar,  protagonizar entre nosotros, lo que en cada momento mejor pudo. Perón condenó a los que utilizaron esas herramientas internas o dependientes de fuerzas económicas -cuando no infiltrados- tanto por oligarquías como por factores gremiales, sociales, hasta ideológicas por asalto. Como Líder ireemplazable nos indicó la solución frentista que desde 1973 dura hasta hoy, seguido claramente por Néstor, Cristina y Alberto, -claro que con distinta suerte-. Lamentablemente mientras la caida continúa, distintos dirigentes entienden el rol hegemónico que le cabe al Movimiento Nacional. 
                Pero mientras el PJ, la CGT, las empresariales y otras estructuras históricas caen, muchos luchamos por sostener el Movimiento Nacional y Popular que es mucho mas amplio, resiste como puede el deterioro y por momentos se reinventa como ahora, crea estructuras sociales, de género, minorías, supervive. Era de esperar, los pueblos del mundo -argentino incluido- están construyendo una suerte de nuevo orden mundial donde no les sirven herramientas que en 200 años han permitido que nos penetre una A) super industrialización y robotización de logísticas repletas y pueblos hambrientos. B) un injusto y hegemónico poder financiero mas determinante que las naciones que nos empujó a una feroz e interminable caída incluida una "pseudo solución" que está fracasando: C) la via del subsidio débil, ración alimenticia programada desde los gobiernos con millones de desocupados, precarizados y marginados.       

                           El peronismo, -como el mundo- se resiste mientras sus instituciones internas se resienten, el PJ, las cámaras de empresarios vernáculos, la CGT -tal cual se los ve hoy- no han podido contra tanta injusticia. Nuestra esperanza serán entonces nuevas y limpias herramientas, sanas, respetadas y autónomas que nazcan fuertes, sin perder de vistas las OLP, (organizaciones libres del pueblo), no así las creadas por la política para la contención eterna y la débil subsistencia. Un Nuevo Contrato Social, Acuerdo Económico y Social, o como se llame con el pueblo conduciendo con su entrenada capacidad de lucha y mandato popular histórico.

jueves, 16 de enero de 2020

Bolivia y el golpe a dos meses


Bolivia, Evo y la situaciòn del golpe a dos meses  🔺


                                                  Preocupa sobremanera como se ha ido legalizando el golpe de estado en Bolivia. Por la fuerza se impuso el discurso de la usurpación.
Han puesto a todos los movimientos a hablar de elecciones bajo la agenda golpista. Este es un método muy usado, y con éxito de la derecha en África: dan un golpe de estado, prometen prontas elecciones para que los organismos internacionales que queden tranquilos, y para que los movimientos internos tengan entretenimiento no violento. Mientras se posicionan en las instituciones de poder, electorales, justicia, y en especial económicas, lo cual les garantiza “ganar” las elecciones o en peor de los casos, para ellos, quedarse con el poder real.
Las omisiones cometidas por el liderazgo del MAS, debido a la coacción violenta y sanguinaria del fascismo, han sido usadas por el fascismo para posicionarse en la derecha internacional.
                                   Es alarmante ver que en la ONU se sienta un embajador del golpismo y que los países del GLima y la Unión Europea, asi lo aceptan, al igual que gobiernos de África y Asia, que debido a que no tienen información fideligna, optan por meterse y aceptan sin más al gobierno de facto.
Por otra parte, al aceptar los movimientos populares, empenzando por el MAS, la elecciones, y mantener una coexistencia con los golpistas en la Asamblea Nacional, la imagen que trasmiten es la de que aceptan la situación.
Las banderas que han debido usarse de: Evo es presidente legitimo y reelecto el 20 de octubre;no a la dictadura; fuera los golpistas,  apenas suenan.

                              El golpismo ha impuesto mediaticamente la renuncia de Evo. Por otro lado, demuestra que controla violencia de estado; la voz movimientos populares ha sido reducida a denunciar la violación de los derechos humanos de una manera que hace ver que “los violadores son el gobierno actual”, y hasta hay momentos de descuidos que llaman presidenta y ministros a los golpistas, lo cual es indicativo que la narrativa de los golpista se está imponiendo. La gran cortina es el tema electoral, camisa de fuerza que le han puesto a todos, incluso al alto liderazgo del MAS, a hablar solo de elecciones.
                             Los  movimientos populares y de izquierda de Bolivia debe relanzar banderas políticas.
La derecha está trabajando para bajar el volumen a la protesta anti neoliberal en Nuestra América con métodos violentos y con el desgaste. Lo está haciendo en Ecuador, Chile, Bolivia...
              Esperemos que el Encuentro Internacional en Caracas del 22 al 24 de enero, este tema sea analizado. Pero sobre todo, que en Bolivia, en el MAS de Evo, se prendan las alarmas.

jueves, 10 de octubre de 2019

Ecuador: El Movimiento originario


Ecuador: Movimiento originario anunciará agenda de la movilización nacional


Al menos 20.000 originarios llegaron el martes 8 de octubre a la ciudad de Quito para sumarse al paro nacional que rechaza el "paquetazo" económico de Lenín Moreno.

La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) informó este miércoles que realizará un conferencia de prensa con el propósito de anunciar la agenda a seguir en la movilización nacional de los indígenas ecuatorianos en rechazo a las reformas económicas que anunció el presidente Lenín Moreno la semana pasada.



El grupo de nativos publicó a través de su cuenta de Twitter "la Conaie, invita a una rueda de prensa para anunciar las recientes decisiones colectivas en el marco de la movilización nacional delMovimiento Indígena".
Al menos 20.000 indígenas llegaron este martes 8 de octubre a la ciudad capital (Quito) para sumarse a las protestas populares que han suscitado luego que el mandatario ecuatoriano comunicará un "paquetazo" económico, Estado de Excepción y recientemente un Toque de Queda en las ciudades donde cientos de ciudadanos manifiestan en contra de las decisiones del gobierno.




Los movimientos sociales del país suramericano se mantienen en las calles y han reiterado que no abandonarán las acciones de protesta hasta que el Gobierno derogue el Decreto Ejecutivo 883.
El pasado 02 de octubre, el presidente Moreno informó que el decreto económico incluía la eliminación de subsidios a los combustibles fósiles y la liberación de precios del diesel y gasolinas. 


martes, 2 de julio de 2019

Michelle Bachelet en Venezuela reunida funcionarios de Nicolás Maduro

 Bachelet en Venezuela con funcionarios de Nicolás Maduro


La alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos mantuvo un encuentro con el canciller Jorge Arreaza, quien afirmó: "Examinamos los desafíos que tiene nuestro país". La funcionaria no contestó preguntas y solamente posteó un mensaje en Twitter


                                La alta comisionada de Naciones Unidas para los derechos humanos, Michelle Bachelet, arribó la tarde de este miércoles a Venezuela en una visita de trabajo que inició esta misma jornada con el jefe de Exteriores del país caribeño, Jorge Arreaza, con quien la chilena se reunió en Caracas.
Bachelet llegó al Aeropuerto Internacional de Maiquetía, el principal del país y que sirve a Caracas, pasadas las 18:30 hora local (22:30 GMT) junto a varios colaboradores y saludó a la prensa, que no pudo hacer preguntas, pese a que la esperaban desde temprano.



                   Fue recibida por el jefe de la ONU en Venezuela, Peter Grohmann, con quien sostuvo un breve encuentro en un espacio de la terminal aérea, cuyo contenido no trascendió.

Posteriormente Bachelet abordó una camioneta blindada con identificación diplomática y abandonó el lugar escoltada por varios vehículos de uso oficial.

Al menos dos patrullas y una decena de motos con oficiales de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) y del Servicio de Inteligencia (Sebin) también acompañaron a Bachelet en su trayecto hacia Caracas.

Pocos minutos después la chilena fue recibida en la cancillería venezolana donde se reunió con Arreaza.

Según explicó el diplomático venezolano al concluir el encuentro, expresó a Bachelet que el presunto bloqueo financiero de las potencias extranjeras "dificulta el avance" del "modelo de protección social" del régimen chavista.

"Examinamos los desafíos que tiene nuestro país en materia de derechos humanos", añadió Arreaza antes de señalar que el Ejecutivo espera la orientación "constructiva" de la oficina de Bachelet en el tema de los derechos fundamentales.

Por su parte, Nicolás Maduro valoró como positiva la visita de Bachelet, a quien dio la bienvenida "en nombre de todo el pueblo de Venezuela", al tiempo que se mostró dispuesto a "escuchar recomendaciones (y) propuestas de alto nivel profesional" en materia de derechos humanos.

"Tenemos muy grandes expectativas por su visita, de todo su equipo, y esperamos que sea para bien del sistema de derechos humanos de Venezuela", añadió Maduro durante un acto de gobierno transmitido por la televisión pública.

Asimismo, el jefe del Parlamento, Juan Guaidó, a quien más de 50 países reconocen como presidente encargado, señaló que espera reunirse el viernes con Bachelet a fin de buscar soluciones a la severa crisis del país.

"Esperemos que sea el viernes nuestra reunión con la alta comisionada de los derechos humanos", dijo Guaidó en una rueda de prensa al explicar que el encuentro será de carácter privado.

Indicó que su reunión con la ex presidenta chilena "tiene que ver con aproximación a soluciones", pues, según dijo, el país está en una situación "muy precaria".
El opositor destacó que sería un "error" reunirse con la alta comisionada para pedir "únicamente por un elemento", debido a que, señaló, el problema de Venezuela es estructural.

"Vamos a una solución real al conflicto, y espero que sea así y estoy seguro de que va a ser", remarcó.

Bachelet visita Venezuela después de decenas de peticiones de la oposición, que asegura que el régimen de Nicolás Maduro encarcela a disidentes inocentes y viola de forma sistemática los derechos humanos.

Según la oficina de Amnistía Internacional (AI) en Venezuela, al menos 505 personas provenientes de zonas de bajos recursos murieron en 2016 por supuestamente resistirse "a la autoridad" en el marco del plan gubernamental de seguridad ciudadana conocido como OLP.

"Tiene el Estado venezolano mucho que explicar y mucho que resolver en términos de investigación y prevención de ejecuciones extrajudiciales", dijo a EFE la directora de investigación de la ONG para las Américas, Carolina Jiménez.

jueves, 17 de mayo de 2018

Rodríguez Zapatero llega a Venezuela para observar las elecciones presidenciales

Venezuela

José Luis Rodríguez Zapatero en Venezuela

para observar las elecciones presidenciales del domingo
El ex jefe del Gobierno de España arriba a Caracas para acompañar el proceso electoral, del que no participan la ONU ni la alianza opositora MUD por considerar que es fraudulento




El ex jefe del Gobierno de España José Luis Rodríguez Zapatero llegará este jueves a Caracas, donde realizará actividades como observador de las elecciones del próximo domingo, en las que Nicolás Maduro aspira a ser reelegido como presidente de Venezuela.
"Mañana (por hoy jueves) llega y estará acompañado por dos políticos europeos que no son españoles", dijo a EFE una fuente diplomática.
En abril pasado, Rodríguez Zapatero se ofreció como garante de las presidenciales del 20 de mayo, en las que no participa la ONU ni la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática por considerar que la convocatoria a estas elecciones son fraudulentas y solo servirán de apoyo a perpetuar a Maduro en el poder.